Necesario
crear un Plan de Desarrollo Bibliotecario desde la SEP.
Convertir las bibliotecas
públicas en espacios de encuentro vivencial con los libros.
México,
D.F.- El reto de
formar lectores habituales y autónomos no sólo requiere de la multiplicación de
los espacios de lectura, sino que plantea la necesidad de fortalecer la función
de la biblioteca pública para que atienda mejor a los jóvenes estudiantes y
académicos; que además incremente su capacidad de atraer a otros sectores de la
población y logre interesarlos en la lectura.
Ese
fue el posicionamiento de la Fracción Parlamentaria del Partido Verde
Ecologista de México, en voz del Diputado Federal Mario Guillén sobre el proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan
diversas disposiciones de la Ley General de Bibliotecas, pues la consolidación de un estado democrático depende de la educación y de
la posibilidad que tengan los ciudadanos de acceder de forma libre e ilimitada
al conocimiento, a la información y a la cultura.
En
ese sentido, el también Secretario de la Comisión de Educación y Servicios
Educativos de la LXII Legislatura, señaló que con esta adecuación a la Ley
General de Bibliotecas se busca la formación de lectores
de calidad, lo cual depende, en buena parte; de la eficacia y las dimensiones
del aparato y la infraestructura que sostiene la lectura.
“Resulta indispensable contar con personal que promueva la lectura y
facilite el acceso de la población a los libros, así como de la cantidad de
bibliotecas, salas de lectura y otros espacios adecuados para leer que existen
en un país” detalló Mario Guillén.
Asimismo, consideró que se deben adoptar medidas para contribuir a la
constitución de servicios bibliotecarios que consoliden a la biblioteca pública
como un instrumento para la difusión cultural y el progreso educativo constante
del pueblo mexicano; destacando también las obligaciones que se le imponen a la
SEP de proponer, ejecutar y evaluar el Programa Nacional de Desarrollo
Bibliotecario.
Y es que, insistió el legislador del VIII Distrito, el marco jurídico
de las bibliotecas en nuestro país requería reformas urgentes para adecuarlo a
las nuevas necesidades de los usuarios, derivadas fundamentalmente de los
cambios que las nuevas tecnologías han impulsado en todo el mundo.
Finalmente Mario Guillén celebró que el decreto del dictamen puesto a
consideración del pleno incluya modificaciones encaminadas a establecer los
criterios generales para orientar las políticas públicas en materia de
desarrollo bibliotecario, y difusión del conocimiento y la cultura a través de
las bibliotecas.