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Chiapas, ni tan lejos
* Profes, reprobados
Nadia
Vera, la activista comiteca cobardemente
asesinada, más otras cuatro personas en el DF, serán sin duda un parteaguas
para la sociedad no solo chiapaneca, sino mexicana, quienes seguramente
superarán el renglón de la indignación para ir más allá.
No obstante, lo punzantemente condenable
es que, a estas fechas, no hay absolutamente nadie declarando, ni un solo
detenido o, por lo menos, algún presunto culpable.
Nadia dejó un señalamiento, indicó a su
posible asesino, pero hasta el momento, a Javier
Duarte, gobernador de Veracruz, no
le ha hablado la autoridad, ni para darle los buenos días.
Es muy lamentable que absolutamente
ningún poder de gobierno, de cualquiera de los tres niveles, se haya
pronunciado al respecto.
Ni Ayuntamientos, diputaciones,
senadurías, gubernaturas o presidencias federales han dicho nada de este tema.
La impunidad otra vez ronda a las
familias devastadas por lo ocurrido con el periodista y activistas asesinados.
Muy gacho es que, todavía a modo de
burla, algunas autoridades hayan dicho que todo se trató de un robo; eso
significa un escupitajo a la cara para todos aquellos que claman justicia.
Hoy, el periodismo y el activismo se han
unido bajo una bandera: ni uno más en un México que va a la debacle con 55 mil
325 homicidios en lo que va del Gobierno Federal actual.
Es urgente que, si todavía le queda algo
de dignidad a las autoridades judiciales y todavía quieren tener el mínimo de
credibilidad, se ejerza acción penal contra el regordete gobernador de
Veracruz.
Ojalá por el periodismo, por el
activismo, por usted, por mi, por todos, por México, que se garantice la
seguridad de todas aquellas personas que solo hacen valer un derecho: la libre
expresión.
La historia reciente demuestra que, si
bien no se han llegado a los homicidios, los más recientes gobiernos han tenido
un historial represor.
Por ejemplo, Pablo Salazar tuvo una lucha encarnizada contra varios periodistas
en Chiapas.
De hecho, el soyalteco mandó al bote a un columnista siempre incómodo e
irreverente como Ángel Mario Ksheratto.
Del mismo modo, tuvo confrontaciones de diversos
tipos con el mentor de este su servidor tundeteclas,
el siempre combativo Víctor Carrillo
Caloca y su Tinta Fresca.
A eso súmele los pleitos con el periódico
Cuarto Poder y sus entonces
dirigentes, quienes, le aseguro, no olvidan al vengativo ex gobernador.
Juan
Sabines no quedó atrás y mandó al ‘bote’ a varios
más; de hecho, movió toda la maquinaria para colocar supuestas ‘pruebas’ de
pornografía infantil a una persona con tal de darle un ‘susto’.
El veracruzano Javier Duarte ‘recomendó’
a los trabajadores de la pluma el portarse bien, “por su bien y por el mío”;
pero eso no está nada lejos de muchas cosas que suceden en Chiapas.
Ojalá, en el terreno local, Comitán se
convierta cada vez más en un espacio donde la opinión se respete, pero sobre
todo que la crítica se tome como algo que puede ayudar a construir una
sociedad.
Porque si en Comitán vamos a empezar con
amenazas, sospechosos seguimientos a los compañeros de los medios,
amedrentaciones y demás, ¿qué se puede exigir a nivel estatal y nacional?
Lamentablemente muy poco.
Así que, aquellos que se rasgan las
vestiduras diciendo que en Chiapas no ocurren cosas como lo que pasó en el DF,
donde todo apunta a Javier Duarte, váyanle bajando a su mundo de fantasía
porque la realidad es terriblemente cruda.
Los profes
en México no son aptos para dar clases.
Y es que, según la prueba del Servicio
Profesional Docente, un alto porcentaje de aspirantes a una plaza educativa
(asegurar su dinero para casi toda la vida), no tiene la capacidad para estar
frente a grupo.
Según las cifras arrojadas, casi siete de
cada 10 está reprobado para la enseñanza; específicamente una media nacional
del 66.02 por ciento.
En este sentido, el estado menos ‘pior’
es Querétaro, donde la mitad de aspirantes sí es apto para dar clases.
En contraste, el más gacho es Tabasco,
estado donde el 82.70 por ciento está en la casilla de “no idóneo”.
Es de señalar que los siempre
conflictivos estados de Chiapas y Oaxaca, en el ámbito magisterial, no tienen
todavía resultados.
Esto por la constante amenaza de boicot
al examen en las entidades mencionadas, por lo que los porcentajes estarán
después, aunque desde esta columneja le estaremos echando harta lupa para saber
cómo andan los profes en su calidad
para enseñar.
Lo anterior debe preocupar y mucho, sobre
todo porque estamos ante una realidad muy cruda: es mínima la cantidad de
maestros que tienen la capacidad y muchos menos los que todavía tienen la
vocación.
Varios de los nuevos aspirantes, lo que
menos les importa es la enseñanza, porque lo único que buscan es asegurar un
futuro de forma económica.
Como usted sabe, el magisterio es uno de
los trabajos dependientes del gobierno mejor pagados.
De ahí que de un tiempo a la fecha, se
haya convertido en una de las carreras más buscadas y saturadas, porque todos
buscan asegurar su ‘chuleta’ para toda la vida.
Así que, tremendo filtro significó este
examen y ahí están los resultados nada alentadores para un país con terribles
cifras conforme a la educación.