- *Se requieren programas de prevención que doten de herramientas a padres y maestros para tratar, detectar y detener el bullying: Dip. Amílcar Villafuerte.
Boletín
Los abusos físicos y psicológicos
efectuados a un menor en cualquiera de las esferas sociales donde se desarrolla
de manera cotidiana, ocasionándole graves estragos en su formación e integridad
física, moral y sobre todo en su autoestima, terminando en decesos o un daño
irreparable a la salud de los infantes. Así lo destacó el Diputado Federal
Amílcar Villafuerte.
Luego de conocerse varios casos de
bullying, en uno de los cuales hace pocos días falleció un estudiante de
secundaria, hecho que demostró el infortunio de que los colegios se han
convertido en escenarios de acoso escolar, por lo que padres y profesores deben
prestar especial atención para detectar cambios bruscos en el comportamiento de
los menores que señalen un posible caso de bullying.
Cuestionó ¿hasta donde los profesores han
sido capacitados para enfrentar este problema social y hasta donde la falta de
compromiso se convierte en negligencia? “Es lamentable que todos los días vemos
en los medios de comunicación, los casos graves de acoso escolar y que las
estadísticas se incrementan año con año en un diez por ciento”, señaló, al
destacar que el once por ciento de los niños y adolescentes de niveles de
educación básica han sido victimarios; es decir, han agraviado, golpeado o
amenazado a alguno de sus compañeros por su aspecto físico o para recalcar su
fuerza y poder.
El Diputado Villafuerte dijo que la
escuela debe ser un espacio donde los alumnos aprendan a convivir y
desarrollarse sanamente, por lo que cualquier acción que amenace el desarrollo integral
de los menores o incentive episodios de violencia física, psicológica,
emocional y cibernética, tiene que ser erradicada y en su caso sancionada.
“México se ha posicionado entre los
primeros lugares con más casos de bullying, lo cual evidencia que este problema
social ya no puede resolverse con un simple llamado de atención por parte de
los educadores o padres de familia, es tiempo de fortalecer e incrementar
políticas públicas que castiguen severamente el maltrato escolar”, subrayó.
Debido a esto, mencionó la urgencia de
intensificar programas de prevención donde autoridades federales, estatales y
educativas colaboren con padres de familia para dotarlos de herramientas que
les permitan detectar, disminuir, erradicar y conocer los daños que puede
producir el acoso escolar.
“Hacemos un llamado para que los congresos
locales y el Distrito Federal, legislen en torno a este problema y encuentren
los mecanismos para enfrentarlo y erradicarlo, así como otorgar atención
psicológica a víctimas y victimarios, con el objetivo de fomentar la
convivencia armónica entre los estudiantes, de tal forma que se sientan seguros
de acudir a clases”, concluyó el Diputado Amílcar.