las Madres en su día, carta de la candidata del PRD‏


Respetadas y amadas madres:

No quise desaprovechar la oportunidad que me ofrece día para felicitarlas y también a la vez hacerles presente mi reconocimiento y mi admiración con sinceridad absoluta.

Muchas serán las felicitaciones y muchos los elogios que este día les brindaran, algunos muy sinceros y algunos otros muy fríos, sin embargo como mujer y madre que soy, conocedora de la dificultad y laboriosidad que tiene el cuidar a los hijos y guiarlos, conocedora de lo difícil que es el desarrollarse profesionalmente; en una sociedad que no ha dejado de ser dominada por los hombres y conocedora de tantas dificultades que tienen las mujeres que son madres; este día me dirijo a las mujeres que son las primeras en levantarse y las últimas en irse a dormir, a las madres entregadas de lleno a las labores del hogar; a las que mezclan su profesión y atienden dignamente a su familias.
Felicito a las mujeres valientes de nuestra región que por la falta de oportunidades y por la pobreza extrema, se lanzan con fidelidad al lado de su esposo a la aventura mortal de retar al calor infernal del desierto de Sonora, en busca de “el sueño americano” con tal de darles un mejor mañana a sus hijos; felicito a aquellas mujeres que por diversas razones y tropiezos de la vida son sexoservidoras y a la vez son madres, a las que guían nuestra vialidad y guían los caminos de sus hijos, a las que sin el apoyo y por el abandono de una pareja; de lo cual conozco bien, luchan sin temor en la vida, a las que retan con valentía el desprecio de ser indígenas y de ser madres, esas las que en el autobús o en el microbús nadie se para con prontitud a ofrecerles un asiento, a pesar de llevar a su hijo en brazos, todo por ser del color del bronce requemado y por ser indígenas.
Felicito a las madres guerrilleras, a las madres minusválidas, que a pesar de sus limitaciones, sustituyen sus miembros o sus sentidos con la fuerza del espíritu y la sensibilidad de su alma.
Felicito a todas aquellas que tienen y saben de la dicha de ser madres, a la inmensa mayoría de madres que son pobres y luchan por salir de ella, a esas que en la pobreza de mis días infantiles conocí y que sigo observando que son más ahora que antes; así como también a las madres de condición económica desahogada que aman a profundidad, con abnegación y sinceridad, a las que en el infierno de la prisión; por haber caído en desgracia, añoran la compañía de sus hijos, a las que ya han partido a otro lugar, que es el cielo, a las pequeñas madres adolescentes abandonadas y con pareja, que ahora enfrentan al destino, a las que de madrugada se lanzan al campo a cultivar los granos y legumbres para su sustento y para su venta, a todas ellas, a todas las que como yo son madres, les digo que el todopoderoso las guarde por siempre en la palma de su mano.

Sinceramente:

Rosy Guadalupe Pérez

Candidata del PRD a la diputación federal por el octavo distrito.